[Reseña] Fue un beso tonto

Sip, otro libro más de Megan Maxwell. Pero ¿qué queréis que haga si esta mujer tiene mil libros y los están reeditando todos? Además, sus historias son superiores a mí y las ganas de poder leerlas todas es muy real. Llevaba detrás de esta en concreto desde hace mucho y, como siempre, la he disfrutado mucho y os sigo recomendando a esta autora, sobre todo, con estas novelas reeditadas porque seguro que os va a gustar.

Olga y Clara son dos inspectoras de policía que aman su trabajo por encima de todo, amigas de toda la vida y con un carácter fuerte. Cuando en una misión uno de sus compañeros sale herido, en el hospital al que acuden conocen a Álex y Óscar, dos médicos de renombre que las ponen un poco de los nervios. Desde entonces sus vidas no pararán de cruzarse y los doctores, prendados de Olga y Clara, intentarán acercarse a unos corazones muy duros de roer, además de los problemas que van encontrando por el camino, que no se lo harán nada fácil para ninguno de ellos.

—Tú eres todo lo que busco —susurró cogiéndola por las mejillas—. Ahora solo tengo que convencerte de que yo soy lo que tú buscas también.

—No hagas eso, Alex. No es una buena idea. Ni siquiera nos gustan las mismas cosas.

—Es una idea excelente —sonrió besándola—. Y voy a hacer todo lo posible para que al final no puedas vivir sin mí, inspectora.

Lo primero que llama la atención de esta novela y que me sigue pareciendo lo mejor de las historias de Megan Maxwell es la diversión y frescura que tiene la trama. La lectura se hace totalmente adictiva y amena gracias a la facilidad que tiene la autora de atraparte a sus páginas con una trama simple pero bien trabajada, con elementos clave que lo hacen todo más intenso. Como siempre, la historia está contada en tercera persona pero aunque se toca la vida de ambas parejas nos centramos más en la de Olga y Álex, que es la que realmente le vemos el completo desarrollo de pareja, con sus peleas, secretos, pasado, reconciliaciones... Aun así, se nota muchísimo el cuidado con el que Megan escribe a todos y cada uno de los personajes, desde los protagonistas hasta los secundarios, dándoles la importancia que se merecen y un sentido dentro de la trama.

Ahora bien, pasemos a los personajes, que siempre es mi parte favorita.

Olga y Clara (van a ser como un pack jejejeje), inspectoras de policía en Madrid que se desviven por su trabajo ya que han luchado duro para llegar donde están. Tienen un carácter muy fuerte y un pico de oro que son para escucharlas. Son mujeres que creen firmemente que no hace falta tener un hombre a tu lado para sentirte realizada. Además, Olga no es que esté muy por la labor de buscar pareja recientemente pero sin embargo, Clara no pierde la esperanza por encontrar a su príncipe azul. La pareja de ellas dos durante toda la novela es genial y se complementan de una manera maravillosa, con una química que he disfrutado muchísimo.

Luego tenemos a Álex y Óscar, los hombres de la novela, que son dos doctores de un hospital privado con un buen renombre dentro del mundo medicinal. Están acostumbrado a salirse con la suya en todo lo que se proponen pero cuando se cruzan con las inspectoras no todo sale como ellos querrían. Son unos personajes con los que son muy fácil encariñarse por su simpleza y encanto. Enamora lo insistente que son por poder atraer a estas chicas que no están muy por la labor de dejarse impresionar por quienes estos son y la vida que llevan. Además, en más de una ocasión Álex y Óscar me han sacado muchas carcajadas.

 

—Lo besé. Hice creer a la pesada de turno que yo era su parea. Nada más.

Clara abrió la boca, miró hacia a la barra. El Pichón, que las estaba observando, le sonrió y levantó su copa.

—¿Besaste a ese pedazo de tiarrón y lo dices así como si nada?

—Fue un beso tonto, nada más.

La verdad es que la historia me la esperaba más corta cuando pedí el libro a la editorial pero cuando me llegó a casa me encontré con un tochito de 450 páginas. Aun así, como siempre me pasa con Megan, me ha parecido corta y me he quedado con muchas ganas de más, de saber más acerca de estos personajes justo después de ese final. El romance se cuece poco a poco, de forma gradual y paralela por parte de las dos parejas, pasando por distintas etapas que lo ha hecho mucho más real a la hora de creerme la trama. Además, la mezcla de lo romance y lo sensual es lo que siempre me ha encantado de este tipo de novelas y en esta en concreto se lleva de una manera muy natural y deliciosa.

Y por último, el final vuelve a tener el toque por parte de Megan Maxwell que lo hace especial y del que no os puedo contar mucho pero que seguro que ya sabéis por dónde van los tiros. Pero, ¿qué sería de estas historias sin esos finales "chick-lit" a los que estamos acostumbrados? A mí me siguen sacando más de una sonrisa y me hacen terminar la novela con muy buen sabor de boca, todo hay que admitirlo. 

En definitiva, Fue un beso tonto es otra novela de Megan que nos os podéis perder en caso de que os guste la romántica o seáis fan de la autora como yo. Una historia adictiva, amena y divertida que incluye unos personajes con un desarrollo espectacular y unos toques de acción y romance a la vez que lo hacen una mezcla explosiva.

¿Os ha gustado la reseña? ¿Lo habéis leído?😊

¡Contadme que os leeré! 💗💗