Ya sabéis que no me pierdo ninguna de las novelas de Mega Maxwell y que ella ya se ha vuelto una asidua en el blog, como era de esperar. Es por ello que hoy os traigo mi opinión acerca de su última novela, una recopilación de tres relatos digitales ahora publicados en un único tomo en papel. Tienen muy buena pinta y, además, de ser súper divertido. ¿Queréis saber qué me ha parecido? ¡Seguid leyendo!
Soy una mamá nos
cuenta la historia de Estefanía,
quien desde hace veinte años sigue estando muy
enamorada de su marido. Hasta entonces ha tenido tres hijos y se
dedica en cuerpo y alma, además de haber dejado su trabajo, a ellos. En cambio,
lo que ella no sabía que podía pasar
(porque lo creía imposible) es que su marido le
fuera infiel. Esto hace que el mundo
de Estefanía se rompa en pedazos, perdida y asustada por el futuro. Volver a la soltería y seguir con su vida como si nada no es
tarea fácil pero cuando entra en su
vida Diego, el vecino, un poco de luz nace. ¿Se atreverá Estefanía a volver a
enamorarse y quizás volver a sufrir o mejor estar sola y asegurarse a estar de
una pieza?
—Si algo he
aprendido de la vida es a disfrutarla y aceptarla tal y como viene. Y, ¿sabes?,
si pones límites a los sentimientos, nunca sabrás que hay más allá, porque la
vida comienza donde terminan los miedos. Y ser la reina de hielo no te ayudará en
nada, créeme.
«Uis…, lo que ha dicho.»
—Estefanía —añade
sin tocarme—, nunca he creído ni en los flechazos ni en el amor a primera
vista, porque me parecía algo irreal de películas de los domingos por la tarde,
pero todas esas creencias se fueron al garete cuando te cruzaste conmigo la
primera vez.
Yo ya sabía de la existencia de estos
relatos digitales antes
de que lo publicaran en este único libro en papel. Es más, eran esas historias que tenía guardadas
como salvavidas para
cuando me hicieran falta, sobre todo, para desconectar y reírme a carcajada
limpia. Pues bien, vi la
oportunidad cuando las unieron todas y las he leído de un solo tirón. Esta novela ha hecho que me viera transportada a una época pasada, allá por las publicaciones de Melocotón
loco, Fue un beso tonto... en las que la autora tenía una forma
de escribir muy marcada y
definida. Para mí, leer
este libro ha sido reencontrarme con personajes únicos y dicharacheros, una trama totalmente surrealista con las que te partes de risa y una pluma cercana y coloquial que te absorbe por completo. Como antaño.
Y lo he disfrutado
muchísimo. Esto no quiere
decir que las publicaciones más nuevas no me gusten. Al revés. Es solo que esta me ha traído muy buenos recuerdo y
sensaciones, algo que esperaba y a la vez no. Creo que aquellos que llevéis mucho tiempo leyendo a la autora sabéis a
lo que me refiero y puede
que incluso lo viváis en vosotros mismos. Por ello, este libro, a pesar de sus fallos, ha sido
genial de leer.
Vayamos ahora con los personajes de esta novela:
Empecemos con Estefanía, a quien se le viene el mundo encima cuando
descubre que su marido la está engañando con otra. Esto
supone volver a estar soltera y en el mercado, algo que ella no lleva muy bien por lo oxidada que está
en ello. Este personaje, como cualquier otro de esta historia, me ha ganado por su personalidad tan
natural, real e inocente.
Me he reído muchísimo con ella porque las situaciones por la que
va pasando a lo largo de la novela me parecen sacadas de una película. Además,
en algún que otro momento he
sido capaz de sentirme identificada con ella, aunque su tesitura no tenía nada
que ver conmigo,
claramente. Es solo que estaba
tan bien explicado y desarrollado que era inevitable. Y en cuanto a su evolución a lo largo de las páginas es muy notable, sobre todo, por cómo va
dejando entrar los sentimientos.
Y luego tenemos a Diego, el vecino
de Estefanía, divorciado y con una hija, cuando la conoce no puede evitar
sentirse atraído por
ella. Sin embargo, la cabezonería de Estefanía hace que todo sea mucho más
difícil. Con este personaje me ha pasado que durante la lectura me ha ido faltan más desarrollo por su
parte. No quiero decir
que no me haya gustado, pero sí que me hubiera gustado que el toque que le da a la novela
estuviera más presente porque
es un buen personaje. Su
personalidad era al principio muy misteriosa y cauta pero luego vamos viendo
poco a poco como va dejando al aire esa personalidad más dulce. En
general, he tenido sentimientos
encontrados con él porque esperaba un poco más. Aun así, me ha gustado.
Así pues, me levanto, cojo mi bolso, saco la
pulsera que llevo en él y me la pongo. Luego, me pongo la otra pulsera que Aarón
encontró y, una vez que están las dos en mi muñeca, las toco como he visto un
millón de veces que lo hace Diego y murmuro:
—Muy bien. Creamos en la magia.
No esperaba que, cuando me llegara el libro a casa, fuera a ser tan fino. Al fin y al cabo, está formado por tres relatos. Sin embargo,
cuando le miré el número de páginas vi que tenía un poco más de cuatrocientas páginas, que no son pocas. Pues bien, como
siempre pasa con Megan, estas, una vez que empiezas, es imposible dejar de leer. Yo cogí el primer capítulo para
ojearlo y lo siguiente fue darme cuenta de que me había acabado el primer
relato. Estas historias tienen algo adictivo y sobrenatural que
hace que leas sin parar,
queriendo saber más de las surrealistas vivencias de los protagonistas. Megan Mawell es experta en ello. Ahora bien, en cuanto al romance que se desarrolla en esta novela tengo que decir que me ha gustado y no me ha gustado según
en qué momentos. Había
veces que la actitud de
Estefanía se me hacía muy cuesta arriba, otras no me creía realmente lo que estaba pasando entre los protagonistas... y, en cambio, había otros momentos en los que podía
llegar a empatizar o que me metía muy de lleno en los
acontecimientos. Leer
este libro ha sido volver a descubrir la que fue en su momento pasado Megan
Maxwell, con historias cercanas, divertidas, locas y llenas de mensajes. Tan solo que, después de haberla leído
tanto me han fallado
algunas cosas.
Y ya, para terminar, el final del libro, a
pesar de que se hace predecible, es un no parar de reír. Es un final al más
estilo Megan Maxwell, de
los que no esperas mucho porque lo único que necesitas ese momento de drama total para luego una
reconciliación romántica y esperanzadora para los
protagonistas. Viendo lo
surrealista que ha sido toda la historia en conjunto las últimas páginas no lo podían ser
menos. Lo he disfrutado mucho y me ha
dejado con una gran sonrisa en la boca.
En definitiva, Soy una mamá ha sido
una historia llena de mensajes que nos hace reflexionar acerca de las segundas
oportunidades, el amor verdadero (de tu pareja, hijos, padres, amigos...), el
quererse a uno mismo, el disfrutar del momento... Todo esto de la mano de unos
protagonistas únicos que, con una trama surrealista pero adictiva y una
pluma muy divertida y coloquial, nos van a regalar momentos para recordar.
¿Os llama
la atención? ¿Habéis leído a Megan? 😊😊
¡Dejadme
un comentario y os leo! 💓💓
Es una autora que hace mucho perdió mi interés, me gustó en sus primeras novelas luego creo que lo comercial se antepuso a su calidad 😔🙄🥰💋
ResponderEliminarSiempre me ha gustado bastante la autora, lo tengo pendiente para leer.
ResponderEliminarmuchos besos y gracias por la reseña
La autora siempre me gustaba aunque llevo tiempo sin leerla espero retomar sus libros, este no pinta mal ya veré si lo leo tengo más ganas a su serie histórica.
ResponderEliminarBesos =)