[Reseña] Seremos recuerdos

Otra bilogía de Elísabet Benavent que llega y se va. La verdad es que me da mucha pena despedir esta historia porque, habiendo leído casi todas las demás, me quedo con esta como mi favorita. La he disfrutado muchísimo y los personajes se han quedado para siempre conmigo. Sin duda, esta autora tiene algo que hace que sus novelas sean de lo más especiales y únicas, y sin duda esto es la magia de Beta Coqueta. 

En Seremos recuerdos continuamos la historia de Maca, Jimena, Adri y Leo exactamente por donde lo dejamos anteriormente. Adri y Jimena se ven envueltas en un lío de sentimientos y dudas existenciales que pueden que, si aceptan lo que les dicta sus corazones, todo de un giro de ciento ochenta grados y ellas no vuelvan a ser las mismas. Por otro lado, todo marcha de una forma bastante tranquila para Leo y Maca después de consiguieran seguir adelante con sus vidas, sin problemas mayores. Ahora intentarán llevarse bien, aunque guardando las distancias lo máximo posible. ¿Serán capaces o no? ¿Qué harán Jimena y Adri, ignorar sus dudas y seguir como si nada o intentar hacerles frente y ser diferentes pero felices?

Respiró hondo y me sujetó un hombro, como sosteniéndose.

­­­­­­­­­­­­­—Los recuerdos huelen y saben y se pueden tocar. A veces nos complican la vida, pero no nacimos para que todo fuera fácil, ¿sabes? No lo olvides. No me olvides.

Desde que leo a Elísabet Benavent  sus primeras partes las disfruto muchísimo y me parece que son increíbles. Sin embargo, luego suele pasar que la cosa decae con las continuaciones. La verdad es que tenía bastante miedo de que este final no estuviera a la altura de mis expectativas, sobre todo, después de que Fuimos canciones me gustara tanto como lo hizo. Empecé a leerlo con pies de plomo y con ganas de disfrutarlo al cien por cien. Al principio no me entusiasmó demasiado lo que estaba leyendo porque tenía la sensación de que no estaba ocurriendo nada interesante. En cambio, llega un momento en que todo avanza y se vuelve más ligero e interesante para todos los protagonistas, habiendo incluso escenas surrealistas y llenas de humor que te hacen soltar carcajadas. Fue entonces cuando empezó a ir sobre ruedas y la historia se convirtió en lo que yo estaba esperando. No paré de leer porque realmente no podía dejar el libro a un lado ni un segundo. Los sentimientos  y emociones sobresalían de cada palabra que la autora había dejado escrita y yo disfruté como merecería de esta última parte de la bilogía. Beta Coqueta ha vuelto a cautivarme y espero que lo siga haciendo muchas más veces porque ya es un must en mi vida. Y ya, la trama vuelve a estar contada desde el punto de vista de Macarena, intercalando algún que otro capítulo narrado por Leo.

Vayamos ahora con los personajes:

Empecemos con Macarena, nuestra protagonista. Este personaje me gustó mucho en la primera parte de la bilogía y en esta continuación ha seguido el mismo camino y la he vuelto a disfrutar mucho. Tiene sus puntos de diversión, mucha reflexión y, además, he podido saber exactamente cómo se sentía gracias a lo bien planteada que está y el desarrollo que va a teniendo a lo largo de las páginas, que va mejorando por momentos. La verdad es que su personalidad he tenido la sensación en todo momento que conectaba con la mía y eso ha sido algo que me ha gustado mucho descubrir con su historia. 

Luego tenemos a Leo, quien ya me conquistó por completo antes y del que esperaba hacerlo aún más en esta. Y así ha sido. Este personaje tiene algo que me atrae muchísimo y no podía dejar de querer saber más de él en todo momento. Sus capítulos son los que más he disfrutado con diferencia de la novela porque ha sido el que más se ha abierto en canal hacia los sentimientos y emociones que sentía por Marca, sin necesidad de restringirse. Para mí, si me tengo que quedar con un personaje, creo que sería con este a pesar de que pueda parecer que no tiene una importancia muy relevante dentro de la trama.

Y por último tenemos a Adri y Jimena, las mejores amigas de Maca que cada una se encuentra en momento crucial de sus vidas y no saben cómo apañárselas. Jimena sigue en su línea más cómica pero a la vez la veremos en la más insegura, algo que casi no pudimos ver antes. Me ha gustado poder ver esa parte de ella porque la hace mucho más real. Y luego, Adri es la que su personalidad se parece mucho más a la mía y con la que más me he sentido identificada, sobre todo, por su personalidad tímida y de querer terminar bien con todo el mundo, aunque sea imposible. Su historia me ha parecido preciosa y muy bien llevada.

Dicen que nunca se quiere demasiado, ¿verdad? Pues mienten. Hay ocasiones en las que sí demasiado; por ejemplo, cuando no puedes.

Esta segunda parte cuenta con prácticamente el mismo número de páginas que la primera, sin embargo, ahora sí que he tenido un poco de dificultad a la hora de engancharme al principio de la historia. Sentía que le faltaba esa pizca de diversión y locura que ya había experimentado anteriormente y que hizo que no pudiera soltar el primer libro. Aun así, no tuve problema alguno en cuanto la historia avanzó un poco y todo volvió a ser lo que yo esperaba que fuera, es decir, una novela llena de momento geniales para recordar y vivir con los personajes que mantuvo el ritmo constante y no decayó en ningún momento a partir de ahí. Luego, en cuanto al romance que tenemos en este final tengo que decir que, para mí, ha estado a la altura de mis expectativas. Todo se desarrolla de manera pausada y sin ninguna prisa porque ocurrieran las cosas. Me ha encantado ver cómo va evolucionando la relación entre Maca y Leo, entre Jimena y Samuel y el inmenso problema de Adriana. Puedo decir que esta es la parte que más he llegado a disfrutar de la novela por lo bien que está planteado todo y, sobre todo, los sentimientos. En general, Seremos recuerdos ha sido un final de bilogía que ha estado a la altura de mis expectativas pero que en cuanto a su primera parte le ha faltado muy poco para igualarla.

Y para terminar, el final de la novela me dejó con una sensación muy agradable en el pecho en cuanto cerré la última página. Sentí que aquello era lo que cada uno de los personajes merecía después de esta impresionante historia y, aunque pudo ser un poco predecible tengo que admitir que no me importó en absoluto y que incluso me llevé alguna que otra sorpresa que no me esperaba.

En definitiva, Seremos recuerdos ha sido un final de bilogía que me moría de ganas por leer desde que terminé de leer su primera parte. Un broche perfecto para cerrar una historia que pasa a ser de mis favoritas de la autora por esa cantidad de emociones y sentimientos que transmite, esos personajes que cobran vida propia a lo largo de las páginas y una pluma que enamora desde la primera palabra hasta la última.

¿Habéis leído la bilogía? ¿Le tenéis ganas? 😏😏

¡Dejadme un comentario y os leo! 💗💗