A pesar de
todo, la idea de que este anillo se pierda para siempre me resulta tan
insoportable como la de dejarte. Y como no tengo alternativa acerca de
lo segundo, al menos quiero poder decidir lo primero: te dejo el anillo
de nuestra familia porque tienes tanto derecho a conservarlo como yo.
Escribo estas líneas al amanecer. Te contemplo mientras duermes y noto cómo sueñas al observar tus párpados inquietos. Ojalá supiese lo que pasa por tu cabeza. Me gustaría colarme dentro de ella y ver el mundo a través de tus ojos. Verme a mí mismo como tú me ves. O quizá prefiero no verlo. A lo mejor, si lo hiciera, la sensación de que estoy perpetuando una especie de GRAN MENTIRA sería aún más intensa, y no lo soportaría.
Te pertenezco. Podrías hacer lo que quisieras conmigo y yo lo consentiría. Podrías pedirme cualquier cosa y yo haría lo que estuviese en mis manos para complacerte. Mi corazón me dice que ése es el mejor y mayor sentimiento que has albergado nunca. Pero mi mente es capaz de distinguir entre lo que significa desear lo que no puedes tener y desear lo que no deberías. Y yo no debería desearte.
Llevo toda la noche viéndote dormir, observando la luna salir y desaparecer, proyectando su sombra sobre tu cara en blanco y negro. Nunca había visto nada tan bello. Pienso en la vida que habríamos podido llevar si las cosas hubieran sido distintas, una vida en la que esta noche no sería un acontecimiento aislado, separado de la realidad, sino parte de nuestro día a día. Pero las cosas no son distintas, y al mirarte no puedo dejar de pensar en que he sido yo el que ha provocado que me quisieras.
La
verdad que nadie se atreve a proclamar en voz alta es que el único que
tiene una oportunidad frente a Valentine soy yo. Sólo yo puedo acercarme
a él lo suficiente. Incluso si fingiese que deseo unirme a él, me
creería, lo haría hasta el momento final en el que yo decidiese poner
fin a todo, de un modo u otro. Tengo algo de Sebastian, puedo rastrearlo
hasta el escondite de mi padre. Y eso es lo que voy a hacer.
Así
que lo que te dije anoche era mentira. Dije que quería pasar una noche
contigo. Pero lo que en realidad quería es pasar todas las noches
contigo. Y por eso ahora debo deslizarme por tu ventana, como un
cobarde. Porque si tuviese que decirte todo esto a la cara, no podría
marcharme.
No te culparé si me odias. De hecho, sería lo mejor.
Mientras pueda seguir soñando, soñaré contigo.
Jace.
Oh Dios Mío!!, pero que alegria ver este fragmento aquí. Es una de las escenas de Cazadores de sombras que más me gustan, la carta que Jace le deja a Clary esa noche es... Preciosa pero uff lo que me hizo sufrir en ese momento. Gracias mi ahijadita del alma por recordarme de nuevo este momento que tanto disfruté leyendo. La verdad que es digno de escribirlo en el blog y dejar constancia de él toda la vida. Maravilloso.....
ResponderEliminarUn besito y buen domingo, yo estoy malita =(... ¿tú qué tal pichurra?.
Yo aquí enamorándome hasta puntos que no te puedes ni imaginar después de leer este fragmento. Creo que como a casi todos los fans de esta saga esta escena ME ENCANTA y siempre es una delicia volver a leerla. Muchas gracias guapísima! :)
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